lunes, 16 de marzo de 2009

Los flashes y deliradas


Camino, camino y camino ¿hacia dónde voy? La gente me ve y queda estupefacta, ¿acaso soy extraña, diferente?No me avergüenzo, eso me impulsa a continuar sin mirar atrás.
Vos, yo, ellos, ¿qué somos?Al fin y al cabo, somos todos humanos y nos parecemos más de lo que vos creés.
Compartimos un mismo suelo, unas mismas aguas, unos sueños parecidos, un mismo cielo y tenemos muchas ambiciones, ¿quién dijo que eso es malo? Si no ambicionás, no obtenés, y si no obtenés, seguís siendo el mismo de siempre y así no es la cosa, hay que experimentar y equivocarse.
Con mis palabreríos me fui de tema¿de qué hablaba?Y recuerdo, del mundo y esas insensateses de las que los presidentes no quieren hablar y claro, ¿cómo nos enteramos de las cosas así?.
whot, wer, wai, jou, ¿qué es esto?si lo sabés, que sé yo, sabelo!


Lorraine

Reacción transparente


-¿Algo podrás hacer por mí?- le pregunté, sin entender de lo que me hablaba
-Imposiblemente nada, vos sos la responsable de que yo sea la razón de tu existencia, sólo vos, yo no elegí aparecer en tu vida y menos, al hacerlo, que vieras en mí lo que llevabas buscando hace mucho tiempo- me respondió esa voz con la que ya estaba tan familiarizada.
-Pero yo no puedo dejarte atrás, no después de todo lo que me hiciste sentir en este tiempo y lo viva que estoy gracias a este inmenso amor que te tengo-capté sus ojos cuando se fijaron en los míos. Su expresión estaba llena de sorpresa, quizás él nunca hubiera escuchado eso de mí, sino fuera sólo parte de un sueño. Se quedó en silencio y me regaló su sonrisa tan perfecta, que tenía un poder inmediato ante mí.
-Lo sé, por eso debes intentarlo, entendelo, la vida es así, nadie tiene el poder de elegir a quien amar y vos tampoco aunque creas que sí,.Simplemente olvídate de que existo y de que me amas con todo tu ser-y después de esas palabras, se alejó caminando muy lento, quedé boquiabierta. Quizás era cuestión de que me lo propusiera, quizás era posible después de todo.
-¿Vas a volver?-me limité a preguntarle pero ya no se veía ni una pequeña sombra negra.
Me desperté sobresaltada, yo debía intentarlo, necesitaba, pero no lo quería. Arrancar cada uno de esos momentos, de esas sonrisas, de esas miradas, de esas charlas no sería fácil...
él siempre estaría allí!


Lorraine