martes, 23 de marzo de 2010

Los celos y la envidia


En el capítulo de hoy, trataremos dos problemas muy comunes de la vida cotidiana como lo son los celos y la envidia. Se suele confundirlos pero si indagamos un poco en sus significados encontramos que son muy diferentes y ahí está lo que te voy a explicar, acompañado de consejos útiles para no sufrir las consecuencias.
Celos: sucede siempre cuando una persona quiere demasiado a otra. La primera ( P), cree que la segunda(S) es de su propiedad y que nadie puede estar con S, más que P. Se trata de una reacción totalmente egoísta por parte de P. De entrada, hay que saber que la relación de esa manera no beneficia a ninguno de los dos involucrados. Ambos sufren, P por su inseguridad (es evidente, (porque si fuese seguro de sí mismo no estaría dudando de S) y S por los ataques de celos de sus compañero, que lo imposibilitan de relacionarse con el resto o que para no soportar más los celos de P, lo manda bien a la mierda y sufre por la pérdida de esa persona importante, aún así.
Consejo:
*Si sos quien cela: calmate un poco, pensá que nadie es dueño de nadie por más que lo quieras y pienses que no merece estar con nadie, más que vos. No es así, eso es un pensamiento totalmente egoísta que hace que lastimes a esa persona tan importante para vos (porque no tengo dudas de que es importante, los celos con moderación son una prueba de amor).
*Si sos a quien celan: tratá de hablar con P (de buena manera) y decile cómo te hacen sentir, sus continuos celos y que porque vos trates con otras personas, no quiere decir que lo van a reemplazar, que siempre va a ser único en tu vida y que si te faltara, estarías incompleta (si, lo sé, esto es bastante cursi pero funciona). Si se trata de una pareja, ¡ojo!, que no interprete mal las cosas.
Envidia: al contrario de los celos, no involucra amor. No se trata únicamente de egoísmo. Se trata de inseguridad también porque se quiere tener algo o hacer algo que el otro (O) puede y uno (U) no, deseando que el otro no lo tenga. Por ejemplo si O tiene ropa de marca, U quiere lo mismo y además que se le queme la casa con la ropa adentro. Si O es muy sociable, U quiere tener muchos amigos y que O pierda sus amigos. Pero lo que no entiende U es que todos somos diferentes y somos buenos para algunas cosas y malos para otras. Además no tenés porque sabotear la vida de alguien, sólo porque crees que eso te va a hacer mejor.
En los últimos años, me relacioné con mucha gente diferente y comprendí la importancia de ser único y de no imitar a otro. Con esfuerzo, logré un balance entre las cosas en las cuales soy buena y las cosas para las que siempre fui mala, por las que me esforcé y hoy puedo decir que mejoré bastante. Tal vez no seré tan buena jugando al voleyball como afinando, o no tan buena dibujando como escribiendo pero con esfuerzo y con muchas ganas de superarme, hoy “me defiendo” en esos terrenos.
La envidia es mala y puede consumirte terriblemente, al final el odio te termina ganando y terminás perdiendo tus valores sólo por perjudicar al otro.
Consejo:
*Si sos quien envidia: No ganás nada, entendelo pero sí perdés mucho. Dejá de compararte con el resto y preocupate por mejorar. Parece difícil pero si te lo proponés, obtenés unos excelentes resultados. No te aseguro que vas a ser el mejor en todo pero vas a ser mejor y eso te va a ayudar a crecer como persona.
*Si sos a quien envidian: No hagás caso pero sí empezá a valorar lo que tenés y te rodea.

Bueno amigos, este es el fin. Para escribir esto me basé en experiencias propias y de los que me rodean. Espero que les ayude a reflexionar, tal como a mí.